La Dama Tapada es una leyenda popular urbana ecuatoriana, un relato que surgió alrededor del año 1700 en la ciudad de Guayaquil.
Resumen
La Dama Tapada es un ente de origen desconocido con forma de misteriosa y siniestra mujer que se aparece únicamente a los hombres mujeriegos y ebrios a partir de la media noche, en los callejones no muy concurridos de las calles de Guayaquil, Ecuador. Lleva un vestido negro elegante de época, y mantiene siempre su cara tapada con un velo para evitar ser reconocida por sus víctimas.
Cuenta el mito que, al estar cerca de la Dama Tapada, su agradable y peculiar fragancia de nardos y violetas, hace que todos queden impactados y sean seducidos por ella. El ente, hace señales para que la sigan, los hace entrar en trance y las víctimas hipnotizadas la siguen hasta lugares no poco concurridos como cementerios.
Luego las víctimas proceden a descubrirle el rostro, y un olor nauseabundo contamina el ambiente; al ver su rostro, aprecian que se trata de un cadáver en proceso de putrefacción con ojos que parecen destellantes bolas de fuego. La mayoría de las víctimas mueren con convulsiones y botando espuma por la boca, otros por susto y otros por el hedor nauseabundo que emana el espectro al transformarse. Muy pocos logran sobrevivir a este macabro encuentro, y los que lo hacen son llamados tunantes.