Por miles de años los humanos hemos tratado de domesticar a los animales y grande es el resultado que conseguimos con los canes, tanto así que hoy en día existen razas verdaderamente hermosas producto de ese amor que los hombres desarrollan por la raza canina. En este post vamos a hablar del bulldog americano y la importancia de su existencia que por un tiempo estuvo amenazada.
El bulldog americano es una raza de perros oriunda del sureste de EE.UU, hoy en día es empleado como perro guardián para el ganado o para la caza. Se trata de un animal de talla media, deportivo y de temperamento equilibrado. Cuenta con una fisonomía robusta, compacta y poderosa la cual le deja moverse con agilidad y vigor. Los bulldogs machos poseen una estructura más grande y marcada que el de las hembras.
La historia del bulldog se remonta a la época en que llegaron con los inmigrantes de clase obrera que trajeron con ellos sus perros de labor hacia el sur de los Estados Unidos. Los granjeros por su parte usaron el perro “todo terreno” para diversas tareas que incluían la guardia y la cacería. En un principio no eran considerados una raza sino un tipo genérico de bulldog. Para ese entonces no había registros de pedigree ni de mezclas, los perros se reproducían en base a su utilidad para el trabajo. Durante el final de la Segunda Guerra Mundial esta raza estuvo en peligro de extinción.
Sin embargo un ex combatiente que regresaba de la guerra llamado John D. Jhon se propuso recuperar la raza, buscando los mejore ejemplares de perros de trabajo y empezó a registrar pedigrees y árboles familiares.
Un bulldog americano presenta una apariencia maciza aunque de líneas esbeltas y deportivas. El color de estos hermosos perros puede ser blanco, blanco atigrado con color rojo o marrón. Los ojos son redondos de tamaño medio y el color de ojos más valorado es el castaño oscuro con contorno negro.