La doncella de Pumapungo es una leyenda ecuatoriana.
Pumapungo, localizado en Cuenca, era el destino de descanso preferido por los emperadores incas.
En Pumapungo se encontraba una templo con una fuente sagrada que era usada exclusivamente por el inca, quien además era atendido por unas doncellas conocidas como las Vírgenes del Sol. Una de estas vírgenes era Nina. Aunque estaba prohibido, se enamoró de uno de los sacerdotes del templo.
La pareja solía reunirse en las noches de luna llena en los jardines del lugar. Cuando el inca se enteró, mandó a matar al sacerdote, pero prohibió que se informara a Nina de lo sucedido. La doncella al ver que su amante no acudía a sus encuentros finalmente murió de pena. Se dice que hoy en día en las mismas noches de luna llena se puede oír su lamento entre las ruinas del lugar.