El Silbón también conocido como El Silbador es un espectro del folclore de Venezuela y los llanos de Colombia. Según el mito se trata del alma en pena de un joven que asesinó a su padre.
La aterradora leyenda es originaria la región de Guanarito, Estado Portuguesa a mediados del siglo XIX.
Leyenda
El Silbón era un joven terco, malcriado y maleducado quien silbaba y silbaba todo el día mientras caminaba e iba de cantina en cantina desperdiciando su tiempo.
Un día, enfadado porque no le gustó la comida que sirvieron en la mesa, obligó a su padre a buscar un venado y cazarlo. Su padre se fue en busca de este, pero no encontró nada y llegó a la casa con las manos vacías. El Silbón con mucha ira por no haberle cumplido sus caprichos golpeó brutalmente a su progenitor y luego tomó una escopeta y lo mató. Con un cuchillo le saco las vísceras y entrañas y las llevó a su casa para que su madre las cocinara.
Su abuelo enojado lo mandó a azotar, pero no tuvo el corazón de matarlo. Después de haberlo torturado lo maldijo a cargar los huesos de su padre por la eternidad. Maldito por tal acción, esta alma errante vaga por los Llanos cargando los huesos de su padre en un saco, lanzando tétricos silbidos al aire con todas las notas musicales.
Los llaneros que aseguran haberlo visto dicen que es un temible espanto de seis metros que camina mientras emite su escalofriante silbido.
Suele escoger una casa y sentarse en la esquina de la misma a contar los huesos de su saco mientras entona su silbido.
Narra el mito que si varios miembros de la casa logran escucharlo no pasa nada, pero si no lo oyen, una de las personas de ese hogar amanece muerta.
También se dice que cuando su silbido se escucha muy cerca no hay peligro, ya que el Silbón está lejos, pero si se escucha de lejos significa que está muy cerca, se corre peligro y no hay escapatoria.