La última cena es una pintura mural original de Leonardo da Vinci ejecutada entre 1495 y 1498, la cual representa la última cena de Jesús de Nazaret con sus discípulos. Es considerada como una de las pinturas más famosas del mundo así como una de las mejores obras pictóricas de la historia. Se cree que la obra guarda misterios y enigmas sin resolver.
Aunque la mayor parte de la superficie original se ha perdido, la grandiosidad de la composición y la penetración fisonómica y psicológica de los personajes dan una vaga visión de su pasado esplendor.
Ubicación
Se encuentra en la pared sobre la que se pintó originalmente, en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán.
Historia
La pintura religiosa fue elaborada por orden del duque Ludovico Sforza de Milán, pero Leonardo jamás pidió un solo centavo por la obra que hizo.
Da Vinci trabajó en esta obra más deprisa y con mayor continuidad que nunca durante unos tres años.
El empleo experimental del óleo sobre yeso seco provocó problemas técnicos que condujeron a su rápido deterioro ya hacia el año 1500, lo cual provocó numerosas restauraciones en la magnífica obra debido a que fue afectada por moho y se escamó.
Características
La pintura está basada en Juan 13:21, en la cual Jesús anuncia que uno de sus doce discípulos le traicionará.
No es un fresco tradicional, sino un mural ejecutado al temple y óleo sobre dos capas de preparación de yeso extendidas sobre enlucido.
Mide 460 cm de alto x 880 cm de ancho.
Leonardo dividió a la docena de apóstoles a partes iguales flanqueando a Jesucristo. De izquierda a derecha son: Bartolomé, Santiago el Menor y Andrés en el primer grupo; en el segundo Judas Iscariote con pelo y barba negra, Simón Pedro y Juan, el único imberbe del grupo; Cristo en el centro; Tomás, Santiago el Mayor y Felipe, también sin barba en el tercer grupo; Mateo, aparentemente sin barba o con barba rala, Judas Tadeo y Simón el Celote en el último.
Leonardo procuró dotar a sus figuras de la mayor diversidad posible y del máximo movimiento y contraste. Esta proximidad y antagonismo de las figuras es lo que da su riqueza a La Última Cena: Judas, el malvado/Juan, el bello y bueno; cabezas ancianas/cabezas jóvenes; personas excitadas/personas tranquilas.
La construcción en perspectiva es lo más destacado del cuadro.
En la obra, los discípulos y Jesús aparecen sentados y detrás de ellos se puede apreciar un paisaje como si fuera un bosque o incluso como si fuera el paraíso.
La obra produce un efecto de serenidad y sencillez, de concentración alrededor del núcleo de la escena que en ella se desarrolla.
Análisis
La afirmación de Jesús «uno de vosotros me traicionará» causa consternación en los doce seguidores de Jesús, y ese es el momento que Leonardo representa, intentando reflejar «los movimientos del alma», las distintas reacciones individualizadas de cada uno de los doce apóstoles: unos se asombran, otros se levantan porque no han oído bien, otros se espantan, y, finalmente, Judas retrocede al sentirse aludido.
Leonardo sitúa a Jesús en el centro, hacia el que convergen todas las líneas de fuga, destacando aún más al perfilarse contra el ventanal del centro, rematado con un arco y separándolo de los apóstoles.
A ambos lados de Jesucristo, aislados en forma de triángulo y destacados con colores rojo y azul, están los apóstoles, agrupados de tres en tres.
La mesa con los trece personajes se enmarca en una arquitectura clásica representada con exactitud a través de la perspectiva lineal, concretamente central.
La escena parece estar bañada por la luz de las tres ventanas del fondo, en las que se vislumbra un cielo crepuscular, de igual manera que por la luz que entraría a través de la ventana verdadera del refectorio.
Los doce Apóstoles están distribuidos en cuatro grupos de tres, dejando a Cristo relativamente aislado. Ello sigue un esquema de tríadas platónicas.
En la segunda tríada se encuentra Judas, cuya traición rompe la tríada, colocándole fuera de ella. La tercera tríada desarrolla la teoría del amor platónico. En la cuarta tríada se observa a Platón, Ficino y quizá al propio Leonardo; trata del diálogo filosófico que lleva a la verdad de Cristo.
Misterios y Enigmas
Hay quienes afirman que la figura a la derecha de Jesús (izquierda según se mira) no es en realidad Juan, sino una figura femenina.
Visitas
La Última Cena de Leonardo da Vinci es sin duda una de las atracciones más interesantes de la ciudad de Milán. No obstante, la disponibilidad de las entradas es muy limitada, por lo que la reservación anticipada es considerada obligatoria.