Las Looking Glass Falls son una de las cataratas más populares del oeste de Carolina del Norte. Tiene 20 metros de altura.
El agua se congela en sus costados en el invierno y luego brilla a la luz del sol como un espejo.
Debajo de la cascada hay una posa en donde los visitantes se pueden bañar.
Se trata de un excelente lugar para fotografiar paisajes, observar aves o practicar senderismo.
Las cataratas se pueden visitar durante todo el año.