El silencio de Dubrovnik ante el exceso de turismo
Dubrovnik, la hermosa ciudad amurallada de Croacia, sigue llevando consigo las cicatrices emocionales y físicas del asedio que sufrió en 1991. Durante aquel oscuro capítulo de su historia, la ciudad se enfrentó a la devastación y a la lucha por la recuperación. En ese momento, Dubrovnik anhelaba recibir turistas y no había ningún plan en marcha para controlar su número. Nadie podía siquiera imaginar que esto se convertiría en un desafío abrumador en el futuro.
Imagen de Geio Tischler en Unsplash