Santa Rosa de Lima se destacó por la perseverancia, firmeza, paciencia, su vida ascética y por su dedicación a los pobres y enfermos.
El día de su confirmación, a los 12 años, en el pueblo de Quives, fue nombrada Rosa, y a los 25 años de edad, ella decidió que la llamaran Rosa de Santa María, debido a episodios místicos.
Sus padres insistían en casarla, pero ella realizó un voto de virginidad, y se recluyó en una ermita que ella misma construyó en el jardín de la casa de sus padres. Santa Rosa de Lima se recogía ahí con fruición a orar y a hacer penitencia.
Entre sus principales milagros se le atribuye la defensa de Lima pues en el año 1615 buques corsarios holandeses deciden atacar la ciudad, Santa Rosa subió al Altar, y cortándose los vestidos y remangados los hábitos puso su cuerpo para defender a Cristo en el Sagrario. Misteriosamente el capitán de la flota falleció en su barco días después, y ello supuso la retirada de sus naves.
Santa Rosa de Lima, mística terciaria dominica, falleció a los 31 años de edad, el 24 de agosto de 1617, y fue canonizada en el año 1671 por el Papa Clemente X.
El principal santuario de Santa Rosa de Lima se ubican en la Basílica y Convento de Santo Domingo, en el Centro Histórico de la ciudad, a donde se posa su tumba. La sepultura de mármol donde fueron sepultados los restos de Santa Rosa de Lima, se encuentran al centro del ambiente que está decorado con mosaicos. En el santuario se conservan como reliquias una ermita donde ella rezaba, un pozo de veinte metros de profundidad donde sus devotos depositan sus deseos escritos y la Habitación (El Corazón del Santuario) en la cual nació, y la enfermería donde atendía a sus hermanos necesitados.