La Semana Santa es la conmemoración anual cristiana de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Este período de intensa actividad litúrgica se celebra en diversas partes del mundo.
En términos generales, los fieles cristianos de todo el mundo realizan ciertos ritos en conmemoración al sacrificio de Jesús.
El Viernes Santo, los sacerdotes leen la Pasión de Cristo en la liturgia de la Adoración a la Cruz. Durante ese día no se celebra la misa, y es tradición escuchar en las iglesias el Sermón de las Tres Horas, en el que se medita sobre las Siete Palabras de Jesús en la cruz.
También se sigue con rezos al llamado Vía Crucis, procesión que en catorce estaciones narra, paso a paso, la Pasión de Cristo desde que es condenado a muerte hasta que es colocado en el sepulcro por Semana Santa.
El Sábado Santo es un día de oración y reflexión, y en la noche se celebra la Vigilia Pascual con la Liturgia Eucarística que incluye la celebración del fuego nuevo, la liturgia de la palabra y la liturgia bautismal.
En el Domingo de Resurrección los cristianos celebran que Jesús resucita después de haber muerto en la cruz y que luego del encuentro con sus apóstoles, sube hacia los cielos. En la misa dominical se enciende el Cirio Pascual que representa la luz de Cristo resucitado.
En muchos lugares del mundo, los huevos de Pascua son tradicionales.
En el Perú, los devotos acostumbran en Semana Santa a realizarse confesiones, visitar las siete iglesias, realizar procesiones y asistir a la representación de la Vía Crucis.
En México, las piñatas son habituales para la tradicional «quema del Judas», que encarna el mal y la tradición. Personajes de la política son representados en estas figuras a las que se les prende fuego.
En Honduras, es popular la representación de la «crucifixión» durante el Vía Crucis del viernes.
En Israel se acostumbra a realizar procesiones por la Ciudad Vieja de Jerusalén.