Las bodas marroquíes son los matrimonios tradicionales en Marruecos, los cuales tienen una gran importancia social. Se caracterizan por ser coloridas, muy festivas, ricas en comida y por durar varios días. Sin duda una ceremonia diferente que vale la pena conocer…
Características y Curiosidades
¿Puedes creer que en muchas ocasiones la pareja que se casa no se conoce hasta el día de la boda?
¿Sabías que el novio debe pagar una dote por su novia? El dote puede ir desde una suma simbólica de cientos de miles de dirhams, incluyendo inmuebles y otras propiedades.
En las bodas marroquíes, las novias son las protagonistas del evento. La mujer ha de llegar virgen al día de su boda.
Es importante señalar que 7 noches antes de la ceremonia, la novia debe asistir al Hammam (baño turco o árabe) para estar totalmente purificada.
Las bodas por lo general se celebran en las temporadas de primavera y verano.
Una de los rituales más curiosos de las bodas de Marruecos ocurre la noche anterior, cuando los amigos del novio raptan a la novia para llevarla a casa de los padres del novio. La novia llega a la casa del futuro marido, leyendo pasajes del Corán. Posteriormente la madre del novio le entrega a la novia leche y dátiles que comerá y beberá junto con al futuro esposo.
Previo a la ceremonia, la novia se decora las manos y los pies con henna para repeler el mal de ojo y favorecer la suerte.
Por lo general, las bodas en Marruecos duran más de 3 días. El primer día de la boda lo organiza la familia de la novia, y es usual colocar una carpa en la calle frente a su casa. El segundo día se traslada la carpa frente a la casa de la familia del novio.
El ingreso de la novia al evento central se realiza trasladándola en una carroza cargada por amigos y familiares.
La novia se cambia de vestido en varias ocasiones durante le evento.
Si bien es cierto que en las bodas marroquíes abunda la comida y los dulces, el alcohol está prohibido por las leyes musulmanas.
Es importante mencionar que en las bodas marroquíes, hombres y mujeres se sientan en mesas separadas.
En los matrimonios marroquíes, se baila, y mucho.
Se suele invitar a mucha gente, incluso se dejan las puertas abiertas para que todo aquél que desee pueda participar.