La fecha conmemorativa del Señor de los Milagros es el 28 de octubre. La festividad es considerada como Patrimonio Cultural de la Nación.
Historia y Milagros
Los orígenes del Señor de los Milagros se remontan a 1651 en Lima, cuando un esclavo angoleño llamado Pedro Dalcón y conocido como «Benito», pintó a mano la imagen de Cristo sobre una pared de adobe.
El 13 de noviembre de 1655, un fuerte terremoto sacudió Lima y Callao, lo que ocasionó el derrumbe de templos, casonas y viviendas frágiles, y dejó miles de víctimas mortales y damnificados. Sin embargo, la pintura permaneció intacta, sin daño alguno.
Desde entonces, se realizaron reuniones para venerar la imagen los viernes por la noche. Con el tiempo, se fue incrementando la peregrinación.
Viendo con malos ojos todos estos hechos el párroco de San Sebastián, José de Mena, hace de conocimiento al entonces virrey Conde de Lemos, Pedro Antonio Fernández de Castro, que intervenga como autoridad, para que prohibiese las reuniones y que diera la orden irrevocable de borrar al Cristo, ya que, según su criterio, estaba fuera de los cultos religiosos. El Virrey trasladó la solicitud a la máxima autoridad eclesiástica quien envió al sitio al promotor fiscal del Arzobispado y un Notario, quienes verificaron la existencia de la imagen del Cristo Crucificado. Entonces una concurrencia de unas doscientas personas que entonaron el salmo miserere «Tibi soli peccavi» y los representantes eclesiásticos se vieron obligados a abandonar el lugar. En 1671 se dictaminó que se prohibiesen tales reuniones y que se borrase la imagen.
El primero en intentarlo fue un pintor que al momento de subir por la escalera hacia la imagen comenzó a sentir temblores y escalofríos, teniendo que ser atendido, intentó de nuevo proseguir con su tarea, pero al subir otra vez, fue tal su impresión que bajó rápidamente y se alejó asustado del lugar sin concretar el encargo.
El segundo hombre, se acercó a la imagen, pero algo vio en ella que le hizo desistir de raspar la imagen.
El tercero, fue un soldado real de ánimo más templado, este subió, pero bajó rápidamente explicando luego que cuando estuvo frente a la imagen, vio que esta se ponía más bella y que la corona de espinas se tornaba verde.
Ante la insistencia de las autoridades por borrar la imagen, la gente manifestó su disgusto. En vista de lo cual el virrey y el vicario Ibarra decidieron revocar la orden y autorizar su culto.
Luego de una visita del virrey y su esposa, dispusieron se levante una ermita provisional. El 14 de septiembre de 1671 se celebraría la primera misa oficial en la ermita, fecha que coincide con el día de La Exaltación de la Santa Cruz, comenzándose a difundir el culto y a llegar de diferentes lugares numerosos fieles, comenzándolo a llamar al crucificado, Santo Cristo de los Milagros, o de Las Maravillas.
El 20 de octubre de 1687, un violento terremoto arrasó Lima junto al Callao, derribando la ermita edificada en honor al Cristo. Ante la sorpresa general la pared de la imagen del crucificado quedó nuevamente incólume, por lo que se ordenó la confección de una copia al óleo y que por primera vez saliera en andas por las calles de Pachacamilla. Una vez elaborada la copia, se sacó en procesión.
En 1746, Lima padeció el sismo más destructor de su historia y, una réplica de su imagen salió en procesión y la tierra dejó de temblar. Esto acrecentó la devoción del pueblo. Se construyó entonces la Iglesia de las Nazarenas, que hoy es el santuario donde se le rinde culto.
Entre 1764 y 1776 el entonces virrey Manuel Amat y Juniet decidió apoyar incondicionalmente la construcción del nuevo Templo de Nazarenas gracias a la idea de Micaela Villegas «la Perricholi», quien era devota del Señor de los Milagros.
Festividad
La festividad religiosa es considerada como una de las celebraciones religiosas más importantes del Perú, y una de las procesiones más grandes del mundo.
La procesión congrega a decenas de miles de devotos que llegan a Lima de todas partes del mundo en el mes de octubre para rendir homenaje así como expresar su fe y gratitud a la imagen del Cristo de Pachacamilla.
La Procesión
La imagen venerada del Señor de los Milagros se lleva en andas que pesan cerca de 1950 kilos y las cuales son cargadas en hombros. Esto hace que la imagen se pueda llevar en alto para que sea apreciada por el pueblo.
La procesión recorre las principales calles de Lima: se traslada desde el Monasterio de las Nazarenas al mediodía del primer sábado de octubre e ingresa al Santuario de las Nazarenas en la noche. Se realiza un himno. Posteriormente el Cristo de Pachacamilla recorre la ciudad de Lima los días: 18, 19 y 28 de octubre. Finalmente, su último recorrido procesional se realiza el 1 de noviembre en el que la imagen sale del Santuario de las Nazarenas e ingresa al Monasterio hasta el año siguiente.
Entre las practicas asociadas al Señor de los Milagros están las actividades vinculadas con el culto, como las velas, el uso de sahumerios, estampas, detentes y otros objetos que acompañan la devoción así como el consumo de una serie de productos como los turrones de doña Pepa, picarones, mazamorra morada, chicha morada.
Curiosidades
El lienzo que recorre las calles durante la procesión es una réplica del muro.
Los feligreses visten con hábitos morados para seguir a la imagen. El color demuestra la devoción al Señor de los Milagros y su significado se relaciona al luto, la penitencia, la humildad, la fe y la litúrgica católica.
El Señor de los Milagros visita desde 1688 el Hospital Arzobispo Loayza. A partir de ese momento hace su visita bendiciendo a los enfermos y trabajadores que todo el año esperan ansiosos su llegada, el 28 de octubre de cada año.