Uno de los últimos países en ser habitados es, Nueva Zelanda; originalmente denominado por los Holandeses “Tierra de los Estados”. Tiene su ubicación en Oceanía y está formado principalmente por dos islas (la del norte y el sur), las cuales se encuentran sin fronteras territoriales, originando así, una vasta gama de secretos; desde una endémica flora y fauna, hasta las majestuosas obras maestras dejadas por la naturaleza. Los habitantes de este singular país, los maoríes, han sabido llevar con armonioso progreso un desarrollo tanto tecnológico y económico como cultural, basados principalmente en una fuerte influencia de Europa y Estados Unidos, pero sin perder el toque propio de su etnia.
Hablar de turismo en este país, acariciado en todo su contorno por las huestes pacifistas del mar, es referirse inequívocamente a la exquisita variedad de irrepetibles paisajes naturales, vida exótica animal y ciudades bien organizadas. A continuación, tenemos los principales lugares ofrecidos por esta patria. Entre las ciudades más importantes encontramos a Auckland, la ciudad más populosa; Hamilton; Tauranga y su playa Tauranga; Rotorua, famosa por su cultura maorí y sus geisers; Napier, considerada como la ciudad Art Deco; Wellington, la capital; Nelson; Christchurch, la ciudad de los jardines; Queenstown, la capital de la aventura neozelandesa; Dunedin y Invercargill.
Tampoco puedes perder la oportunidad de visitar Bay of Islands, la Península Coromandel; Taupo, ideal para una ruta de pesca; el parque nacional Tongariro; la Bahía Hawke; el parque nacional Abel Tasman; el parque nacional Westland; el parque nacional Aoraki Mount Cook y Milford Sound, el parque de los fiordos.