Aunque parezca algo extraño, en Londres uno de los mayores atractivos que encuentran los turistas es los buses rojos de doble piso, los cuales prácticamente no se pueden encontrar en otras partes del mundo, convirtiéndose además en todo un clásico con respecto a la imagen urbana que se suele tener de la ciudad capital de Inglaterra. Para poder subir a uno de los buses de Londres se debe tener muy en cuenta la ruta que queremos seleccionar y saber en que paradero vamos a poder encontrar el vehículo que nos lleve a ella misma.
Los buses y sus paraderos son reconocidos por contar con un cartel de color rojo y blanco muy similar al que se puede apreciar en el metro subterráneo de la ciudad tan solo que el mensaje en este caso es “Buses”. Actualmente se puede hablar de un aproximado de 6.800 autobuses que trabajan unas 700 rutas distintas, razón por la cual se le puede considerar como una de las redes locales de buses más amplia a nivel global, siendo así que pese a ello guarda un oren correcto y gran puntualidad.