Cuando uno visita Puebla para observar sus tradiciones, tiene que estar preparado para recibir una gran cantidad de formas, colores, sonidos y aromas que nunca antes ha sentido. Tiene que tener los cinco sentidos abiertos para gozar de un lugar enriquecido por la mezcla de culturas, que ha producido símbolos y prácticas que han ido evolucionando hasta tener un sello propio. Ir a Puebla es contagiarse por el espíritu de su gente, en especial cuando participan en celebraciones.
Existen una gran cantidad de festividades en Puebla, de las cuales un gran porcentaje son religiosas. Aparte de las grandes celebraciones como Navidad, Año nuevo, Semana Santa, celebración de la Virgen de Guadalupe y el Día de los Muertos, – en las que los pobladores participan fervorosamente – ; cada pueblo en el estado de Puebla tiene sus propias celebraciones dedicadas a Patronos del lugar.
Los carnavales, asimismo, son muy populares en Puebla – como en todo México – y son acontecimientos muy esperados que involucran a muchas personas y cuya duración se extiende a varios días. Entre los más importantes están el Carnaval de Tlaxcala, el de San Jerónimo Xayacatlán y el de Huejotzingo; cada uno con sus propias características.
Dentro de las festividades cuya temática se centra en las culturas prehispánicas se encuentra el Huey Atlixcáyotl, que significa “la gran tradición Atlixquense”. Esta festividad es la segunda gran fiesta étnica en todo México y se celebra en honor al dios Quetzalcóatl. En esta, se invita a once regiones de Puebla para que presenten música y danzas tradicionales, fomentando la unión entre los pueblos hermanos.
Por otro lado, en Puebla se celebra tanto el Día de la Independencia Mexicana, como la batalla del 5 de mayo- en conmemoración a la resistencia del estado ante la invasión del ejército Francés-.